Un Bayern Múnich ya clasificado como primero de grupo no pudo con el Copenhague, que arrancó un empate valioso para luchar por la segunda plaza y acabó con la racha de victorias seguidas de los alemanes (17) en fase de grupos de Liga de Campeones de fútbol.
El partido, falto de ritmo y de ocasiones, no hizo honor a su carácter conmemorativo. Era el número cien en el torneo disputado en el Allianz Arena. Pero no hubo mucho brillo.
Arrancó algo espeso el Bayern, que salió con cuatro novedades (Gorezka, de central). Apenas presionaba la salida del Copenhague y sólo cuando el equipo danés cometía algún error, parecía despertar.
Tel pudo hacer el primero al cuarto de hora, pero su volea con la zurda, la pierna mala, cerca del área pequeña, se fue alta.
El equipo danés estaba ordenado y no sufría en exceso, incluso enlazaba algunas combinaciones interesantes, pero no tuvo presencia en el área rival. Sólo una ocasión en la primera parte, aunque muy clara. Lerager se quedó solo, dudó y pasó a Bardghji, cuyo remate salió muy cerca del palo.
Respondió luego Müller con un cabezazo a bocajarro que salvó Grabara, en un cuarto de hora antes del descanso en el que el Bayern encerró en su área al Copenhague, que achicó como pudo.
Avisó el Copenhague en un tiro junto al palo de Gonçalves en el arranque de la segunda parte, pero era el Bayern el que tenía la pelota. La falta de ritmo y de hambre del equipo local, con un Davis desafortunado, exasperaba al público, que amagó con algunos silbidos.
Tuchel agitaba el banquillo con Sané, Pavlovic y Gnabry, pero el Bayern no despertaba frente a un rival ordenado, comandado por un notable Falk y que vivía en ataque de los regates de Achouri.
Se esperaba la avalancha del Bayern, pero quien apareció fue Neuer con una doble exhibición a un cabezazo y el posterior remate a bocajarro de Elyounoussi. Lo pudo haber rescatado la árbitro con un penalti, pero tras el aviso del VAR, rectificó de forma acertada unas manos a Ankersen, al que la pelota había tocado en realidad en el sobaco.
El Bayern, con todo hecho ya, cerrará la fase de grupos en Manchester frente a un United obligado a ganar y que mirará de reojo al Parken de Copenhague, donde el campeón danés y el Galatasaray se jugarán también el segundo puesto.