
En los primeros tres meses de 2025, un total de 9,701 hondureños fueron deportados, principalmente desde Estados Unidos, México y países centroamericanos, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) de Honduras. De estos, 4,570 retornaron desde EE.UU., 3,310 desde Centroamérica (principalmente Guatemala) y 1,791 desde México, mientras que 30 llegaron desde países como Gabón y Guadalupe. Del total, 8,669 regresaron por vía aérea y 1,032 por tierra, con 6,507 hombres, 1,389 mujeres, 1,102 niños y 703 niñas entre los deportados.
Organismos de derechos humanos destacan que la migración hondureña es impulsada por la violencia y la pobreza, dos problemas estructurales que empujan a miles, incluidos menores, a buscar mejores condiciones fuera del país. Estas cifras reflejan los desafíos persistentes en la región, donde las deportaciones no frenan los flujos migratorios causados por la inseguridad y la falta de oportunidades económicas.