En medio de un panorama desolador, los productores agrícolas de Honduras alzan su voz para denunciar el abandono del gobierno, que ha dejado al sector en una crisis sin precedentes. Sergio Villar, un agricultor con años de experiencia, no duda en señalar la falta de compromiso con el campo: “Las importaciones de arroz han pasado del 25% al 80% del consumo interno. Nos prometieron fondos de BANPROVI, pero no llegan. ¿Cómo vamos a competir si no tenemos apoyo?”. Villar también destaca los altos costos de producción y la ausencia de créditos, factores que han llevado a muchos productores al borde del colapso.
La situación no es menos crítica para los cultivadores de cebolla. Marcos López, vicepresidente de la Asociación de Productores de Cebolla de Ocotepeque, no oculta su indignación: “La libre importación de cebolla nos está matando. El precio ha caído a la mitad del costo de producción, y las pérdidas ya superan los 80 millones de lempiras”. López advierte que, si no se toman medidas urgentes, los productores saldrán a las calles a protestar. “No nos queda otra opción. El campo hondureño está en riesgo, y si no actuamos ahora, perderemos todo”. El llamado es claro: el gobierno debe escuchar antes de que sea demasiado tarde.