La votación en la Asamblea de la ONU para pedir el retiro de las tropas rusas de Ucrania ha sido un revés para los países democráticos, en el que paradójicamente los países occidentales que por tradición han defendido la democracia, encabezados por EEUU, se han sumado en favor de Rusia, ya sea votando directamente a su favor, o absteniéndose, que es un paso en falso en favor de la invasión rusa a Ucrania. Para ser francos, no se esperaba otro resultado que el que se dio, porque países como Honduras, con un gobierno que no ha querido hacer migas con EEUU, esta vez no votó por la tesis de Trump, sino que, recurriendo al clásico lavado de manos con solo abstenerse, usando la treta del diablo, beneficiaba a Rusia. Y así lo hizo.
Putin ha triunfado en la ONU contando con el apoyo de su poderoso aliado Donald Trump, que ha puesto a EEUU patas arriba, porque, con su miopía ha levantado a Putin, y ha condenado al martirizado pueblo de Ucrania para ponerlo en las fauces del lobo ruso. En Europa se habla del nacimiento del nuevo Hitler, que eso es Vladimir Putin, un líder autoritario que, con la complicidad del miope Donald Trump, gana terreno en dos sentidos: primero, porque ha logrado opacar y aislar a China, relegando al gigante asiático a un segundo plano, envuelto en sus enredos económicos al ser afectado por los aranceles impuestos por Trump a todos los productos fabricados en China, y segundo, porque al no poder imponerse a Ucrania por medio de la guerra lo ha logrado con el gran favor de Donald Trump, que, al quitarle todo el apoyo a Ucrania deja a los ucranianos a un paso de ser engullidos por el tirano ruso Vladimir Putin.
En este enorme juego de ajedrez por el poder mundial, quedamos los hondureñitos haciendo el papel de tontos, porque si al Gobierno de Xiomara Castro le simpatiza ser aliado de Vladimir Putin, el pueblo hondureño abraza la causa de los valientes ucranianos que se han defendido de los invasores rusos como verdaderos héroes, y solo han sido doblegados por un miope al frente de EEUU como es Donald Trump, que ha transformado a EEUU haciendo que deje de ser un ejemplo de democracia para el mundo, convirtiéndose en aliado de Rusia, con lo que Putin demuestra que es un dictador inteligente mientras que Trump solo es un torpe con mucho poder económico.
Los estrategas europeos no dudan en comparar a Vladimir Putin con Hitler, un autoritario con ínfulas de grandeza, con la idea de reinstaurar el antiguo imperio soviético, para lo cual ya cuenta con varios de sus antiguos satélites entre ellos Bielorrusia. Los europeos aprendieron la primera lección, cuando Putin se adueñó de la península de Crimea, ante la indiferencia de Europa que hizo poco o nada por apoyar a Ucrania. Ahora la situación es diferente, al lanzarse Putin hace tres años con la idea de apoderarse de toda Ucrania, los europeos hicieron causa común a través de la OTAN con Ucrania, apoyando al líder ucraniano Bolodimir Zelensky, contando con el respaldo de EEUU, que sigue siendo la primera potencia mundial. Sin embargo, con la victoria de Trump la cosa ha cambiado, Trump tiene su propia visión y al creer que es preferible tener de amigo a Putin, está minando el poder de Europa, para reducir a los países europeos a la condición de países pequeños, con lo que el mundo podría volver a la era de la guerra fría con dos super potencias: EEUU y RUSIA.
A Europa posiblemente no le quedará otra salida que buscar aliarse con China para enfrentar a Rusia y EEUU juntos, dos socios que equivalen a ver a Dios y el diablo caminando de la mano, algo que solo podía darse con un líder como Donald Trump, que pretende tener al mundo bajo sus pies con sus desaciertos descomunales. A los países latinoamericanos no les quedará otra salida que escoger partido: o irse con el bloque ruso-estadounidense o con el bloque europeo-chino. Triste encrucijada, que, en el caso de Honduras, si el PLR siguiera gobernando, podemos anticipar que terminaremos comiendo comida china en Beijing.
Los europeos no han olvidado el daño que les causó Adolfo Hitler, por eso han decidido esta vez ponerse de pie, abandonar la indiferencia cuando Putin se adueñó de Crimea y parecieran estar dispuestos a plantarle cara esta vez y no permitir que se adueñe de Ucrania, porque darle esta concesión significaría abrirle el camino a Putin para que, con el apoyo de Trump, pretenda adueñarse de Europa como lo quiso hacer Adolfo Hitler. Sin duda que al pararse en firme los países europeos deberán enfrentarse a Rusia y eso significara una inevitable tercera guerra mundial. Por eso es que Donald Trump habló hace una semana de una tercera gran guerra. Lo que indica que Trump y Putin están en sintonía y sincronizados.
Con los pasos que da Donald Trump, EEUU deja de ser una democracia, tristemente se pone a las órdenes del líder ruso Vladimir Putin, allanándole el camino para que se convierta en el nuevo Hitler como temen los europeos, a la vez, Trump hace perder a EEUU su otrora admirable condición de país de leyes, porque es el presidente que se pasa la Constitución y demás leyes por debajo del arco del triunfo.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 25 de febrero de 2025.