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La rectificación de la Presidente Xiomara Castro para no proceder con la suspensión del tratado de extradición con EEUU, ha sido oportuna, sin importar las razones que prevalecieron en la decisión que llega en los últimos días, en que hubo una lluvia de presiones que anticipaba una situación complicada que podía llevar al gobierno a un desequilibrio político, social y económico de insospechadas dimensiones. Interrumpir las extradiciones nos hubiera echado mal ojo a los hondureños en el mundo entero, porque Honduras pasaría al mapa de los paraísos donde las agrupaciones criminales hacen su morada predilecta.
Hay mucha tela qué cortar en el tema de las extradiciones, pero echar a volar las especulaciones sobre los posibles extraditables no hace sino agitar las aguas de la polarización social que mucho daño nos sigue haciendo como sociedad, llevándonos a perder en gran parte la tradicional convivencia y armonía social, que desafortunadamente hizo del nuestro, un país donde el despunte hacia el progreso dejo de ser la preocupación principal para ocuparnos del bombardeo entre los unos y los otros, lo que no permite tomar acuerdos fundamentales, ni en el escenario politico ni en lo social ni en los demás.
Pero, la rectificación adoptada por la Presidente Castro fue salpicada por una mancha curtida de torpeza, al mencionar en su comunicación un párrafo que no tenía razón de ser, porque hasta ahora no tenemos idea de que algún alto jefe actual de las FFAA esté comprometido en actividades ilícitas que lo hagan blanco de un posible pedido de extradición. Al expresar la Presidente Xiomara Castro que «ha asegurado el respeto a la integridad de las Fuerzas Armadas, institución responsable de defender la soberanía, mantener la paz, hacer valer el imperio de la Constitución y garantizar la seguridad del proceso electoral democrático» deja abierto un enorme boquete de duda, respecto a la institución armada.
Aun cuando algún alto jefe militar estuviera señalado de participar en actividades delictivas, bajo ningún punto de vista correspondía a la señora mandataria involucrar, en su afán rectificador, a las FFAA como institución, porque las Fuerzas Armadas no es solo un alto jefe militar, sino una institución de dimensión mayúscula, a la que por el tamaño de sus responsabilidades que le asigna la Constitución de la República, su nombre se escribe en letras mayores.
Si la rectificación de la Presidente Xiomara Castro llegó en hora oportuna, no podemos decir lo mismo cuando incurre en la inoportuna mención de las FFAA como beneficiario de un posible acuerdo de extradición con el gobierno de EEUU. Por supuesto, que pudiéramos pecar de ignorantes por desconocer si hubiera o hubieran altos jefes militares implicados en el terrible delito que las autoridades de EEUU persiguen de manera implacable. Hay decisiones, como la rectificación de la gobernante, que para que cumplan su propósito curativo, deben ceñirse al plano de la realidad objetiva, teniendo el cuidado de no implicar, ni siquiera rozar a otros que no tienen vela en el entierro.
Que los medios sepamos, en los juicios de la Corte del Distrito Sur de NY no han mencionado a jefes militares que actualmente ostentan cargos en el engranaje de las FFAA. Los oficiales implicados corresponden a tiempos anteriores, sin embargo, como la duda no atormenta si no hasta que se comprueba que algo que se sostiene no es verdad, hacemos un paréntesis para admitir que no sabemos a ciencia cierta si hay jefes militares actuales implicados en la narcoactividad, por lo que nos ha extrañado sobremanera que la Presidente Xiomara Castro al mencionar que en el acuerdo de extradición con el nuevo gobierno de EEUU ha asegurado el respeto a la integridad de las FFAA, implícitamente involucra a la institución castrense, lo cual, si se trató de un lapsus del redactor del comunicado de la Presidente, debe ser aclarado inmediatamente por las mismas FFAA, porque así como se les consignó en el comunicado presidencial, quedaron embarradas, como decía el recordado Chespirito, sin querer, queriendo.
El idioma español es muy precioso, pero cada expresión debe ser precisa, como lo dice el lema universal de la lengua española: «limpia, fija y da esplendor». Bienvenida la rectificación de la Presidente Xiomara Castro, pero por el buen nombre de las FFAA debe aclararse si en el comunicado hubo una confusión, o una mala redacción en el párrafo donde la mandataria afirma que en el acuerdo de extradición ha asegurado el respeto a la integridad de las FFAA, porque solo se gestiona protección a alguien que esta acosado por algún tipo de implicación.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 18 de febrero de 2025.