DOS HONDUREÑAS Y UN DESTINO

El título de este comentario no pretende recordar el de una vieja novela, el titular nuestro responde a la vida actual de nuestro país, en la que dos compatriotas profesionales están enfrentando, posiblemente, el desafío más delicado de toda su vida, como es cumplir el sagrado cometido de que Honduras siga viviendo en democracia. Cuando los hondureños estamos abocados a la celebración de las elecciones primarias, en aproximadamente 22 días, el común de los ciudadanos entiende que habrá elecciones primarias para elegir a los candidatos de los tres partidos, hasta presiente que hay conflictos internos en los tres partidos, pero no atina a descifrar cómo y por qué son estos problemas, porque los compatriotas han escuchado decir que los políticos se pelean entre sí pero que a la hora de la hora terminan comiendo en el mismo plato. Y así ocurría antes, pero esta vez la cosa es diferente, hay mucho tiroteo interno, mientras en el PLR hay una sola consigna: quedarse en el poder.

En democracia esta permitido que los aspirantes busquen el poder, siempre que se respeten las reglas del juego que son eminentemente de carácter legal. Cuando un partido busca saltarse las trancas de la ley, como ya ha acontecido muchas veces, los partidos de oposición deben dar la voz de alarma y oponerse a las trampas. Para garantizar que los eventos electorales se realicen dentro del riguroso marco de la ley, están los organismos electorales, en primer lugar entre ellos el CNE, que es la máxima autoridad en materia electoral.

En estos precisos instantes el CNE está enfocado en una serie de tareas delicadas, de cuya ejecución precisa, depende la seguridad de que se garantice y se respete el voto de los ciudadanos que acudan a las urnas el próximo 9 de marzo. Una de esas tareas, que es de primordial importancia, es la de facilitar el registro de los observadores nacionales y extranjeros, que constituyen un factor fundamental en todos los comicios para evitar posibles fraudes que han sido incidentes típicos que han afectado los resultados tantas veces. El expresidente Manuel Zelaya aceptó públicamente en una entrevista que le hizo hace varios años su entonces correligionario Esdras López, que todas las elecciones se ganaban con un porcentaje de fraude. 

Cuando hay antecedentes como el anterior que arrojan suficiente luz sobre el tema de los posibles fraudes electorales, los organismos deben tomarlos en cuenta para establecer las precauciones suficientes, para evitar las marrullerías que conducen a falsos resultados, que ahora se salen del marco de las mesas y de las actas electorales para pasar al sofisticado campo de la inteligencia artificial, a través de las computadoras. Todo esto, tiene una contraposición en la función que desempeñan los observadores, que viniendo del extranjero son profesionales altamente calificados y experimentados que tienen el ojo clínico necesario para detectar cuando se está produciendo un fraude electoral.

El Centro Carter de EEUU no debe faltar en este evento electoral, y nadie que no desee que estas elecciones primarias pudieran ser objeto de cuestionamientos, debería oponerse a que esta prestigiosa organización este presente en las Elecciones Primarias de marzo. Igual otras organizaciones que procedan de Europa y EEUU. Hay un aspecto preocupante que tiene que ver con la seguridad de las dos compatriotas que desempeñan un papel fundamental en el CNE. En los últimos días, la Dra. Ana Paola Hall denunció ser objeto de una campaña de amenazas que trascienden al ámbito familiar, que se puede intuir de donde proceden. En estos momentos, cuando las FFAA han pasado a la disposición del CNE, el estamento militar está obligado a blindar la seguridad tanto de la Dra. Ana Paola Hall como de la presidente del CNE, Cossette López.

Ambas son dos damas honorables y respetadas en los diferentes ámbitos de la sociedad. Específicamente, el caso de la Dra. Ana Paola Hall, merece especial atención porque ella se convirtió en el fiel de la balanza, que hizo que el CNE no quedara en manos del partido gobernante en los próximos dos eventos electorales. Se tejieron muchísimas especulaciones sobre como la Dra. Ana Paola Hall podría favorecer al partido gobernante para que se apoderara de la conducción del CNE. Pero no ocurrió como creían los malpensados. Esto, indudablemente le ha traído consecuencias a la Dra. Ana Paola Hall, que se traducen en amenazas contra ella y su familia.

Los partidos de oposición, los demas organismos electorales, toda la sociedad civil y el resto de los sectores de la sociedad, nos unimos alrededor de esta valiente compatriota que está resistiendo las amenazas que proceden de aquel sector político que por no haber logrado el control del CNE, ahora intentan debilitarlo, acudiendo a la táctica de la intimidación, muy propia de las organizaciones mafiosas que hay en todos los países, por supuesto que también existen en Honduras.

La Dra. Ana Paola Hall no está sola, tiene el respaldo de toda la comunidad hondureña que vela porque estas elecciones primarias no sean afectadas por las manos peludas que todo lo ensucian para buscar el control del proceso electoral en la etapa final, para producir un resultado alterado de cualquier forma. Los indicadores de simpatía y respaldo político que se hacen en este momento dan una idea de los candidatos y de qué partido han tomado la delantera, de aquí al 9 de marzo. Y la candidata de PLR, Rixi Moncada está a mucha distancia, con una desventaja electoral notoria. Sus pobres concentraciones la delatan y la exhiben. El PLR tiene problemas con su candidata, que no pudo despegar. Aferrarse a la posibilidad que en su momento cito Mel Zelaya es el recurso que le queda, pero sumamente arriesgado sobre todo si es descubierto. Por eso los observadores son vitales. Ellos representan un refuerzo que ayudara al CNE a garantizar que los hondureños tengamos elecciones primarias limpias de toda posibilidad de fraude.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 17 de febrero de 2025.