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En el hemiciclo del Congreso Nacional han pasado un montón de cosas que asustan, pero lo de anoche superó a todos los azoros que se han dado a lo largo de los tiempos, en que los políticos hondureños han cometido todo tipo de desmanes que desmantelan el orden, rompen el protocolo parlamentario y lo más triste, violan la ley fundamental con una impunidad pasmosa, como ha estado ocurriendo en este período irregular en que, el diputado Luis Redondo ha estado presidiendo en condición de usurpador.
De todo se ha hecho en el Congreso Nacional, pero lo de anoche fue algo que solo se mira en los ambientes donde los maleantes se burlan de los ciudadanos que se esmeran en defender la aplicación de las normas y el Estado de Derecho. La diputada del PSH, Fátima Mena, se afanó en pedir la palabra para presentar una iniciativa de ley, respaldada al menos por 73 diputados, para exigir que se mantenga el tratado de extradición con EEUU. El ilegal presidente del Congreso, Redondo, con un olímpico menosprecio desatendió el pedido de la diputada Mena y de inmediato suspendió la sesión para no ventilar el caso de la extradición, lo que constituye un verdadero aluvión de villanía y ofensa contra el pueblo hondureño, que en su totalidad clama a gritos que se mantenga la extradición.
Esta actitud abyecta del diputado Luis Redondo, merece más que una simple desaprobación, el castigo que sea apropiado para un malandrín que detenta la presidencia del Congreso Nacional mediante una arbitrariedad que despojó al diputado Jorge Calix de la presidencia del parlamento, bien ganada por haber recibido el voto de 86 diputados como establece la Constitución de la República. De nada sirvió que la diputada Fátima Mena se desgañitara, pidiendo a gritos el uso de la palabra, porque como todo un ganan, el diputado Redondo se dedicó a tocar papeles en la mesa, haciéndose el desentendido a un tipo de reclamo que él mismo utilizaba cuando se le negaba la palabra.
Aquel clima de vergüenza acontecido anoche en el hemiciclo, que por infortunio fue favorecido por la indiferencia de los diputados de la oposición, excepto por alguna colega de la diputada Mena que le hizo coro en el llamado, no puede quedar inadvertido por los hondureños que, hemos levantado la voz contra una decisión que es perjudicial para el gobierno y brutalmente nocivo para nuestro país, porque de llegar a consumarse este guillotinazo a la extradición, Honduras figurara en el mapa donde están los países que patrocinan y protegen el narcotráfico.
Este es un aspecto toral en el que el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro debe reflexionar. Cancelar la extradición en Honduras significaría pasarse al lado de los operadores del tráfico de drogas, un paso terrible que expondrá al gobierno hondureño en la mira del gobierno de EEUU, que en la era de Donald Trump califica como terroristas a los narcotraficantes, una situación que le permite a EEUU efectuar todo tipo de acciones contempladas en sus leyes, entre las cuales ha habido operativos no solo en el continente americano sino en Europa, Asia y África. EEUU eliminó físicamente a terroristas como Osama Bin Laden y otros, que se escudaron en sus crímenes, pero a la vez impulsaban el negocio de las drogas.
Amparados en esa misma ley, es que Donald Trump extiende el calificativo de terroristas a toda persona vinculada al narcotráfico, por lo que, al asumir Honduras una posición que favorece a la actividad del tráfico de drogas se coloca en una situación delicada, pero a la vez, ubica a Honduras en el mapa mundial de la narcoactividad por lo que los dirigentes del país que ejercen el gobierno quedan en la mirilla de EEUU.
El diputado Luis Redondo, le hace un flaco favor al gobierno, al rehuir ventilar la iniciativa de ley que intento presentar la diputada Fátima Mena, que haciendo acopio de una valentía admirable, intentaba que el Congreso se pronunciara en favor de mantener el tratado de extradición, como es su obligación hacerlo, porque la extradición en su momento fue obra del Congreso Nacional y no del Poder Ejecutivo. Redondo, por lo tanto, no le hizo un bien a la Presidente Xiomara Castro, sino un daño descomunal, porque truncar la extradición no es un asunto de juego contra EEUU; para el gobierno de Trump, como ya lo advirtió el secretario de Estado, Marco Rubio, todo país que por acción u omisión se haga cómplice de la actividad terrorista queda expuesto a todo tipo de sanciones y acciones de EEUU, entre las cuales están las de tipo invasivo para efectuar capturas de personas.
El Gobierno de la Presidente Xiomara Castro tiene pocos días para rectificar, la salida es solicitar al Congreso Nacional que es el conducto legal donde debe ventilarse la denuncia de todo tipo de tratado, que se pronuncie a través del pleno que seguramente será favorable a mantener la extradición. Y no permitir que el diputado Luis Redondo, haga la trastada de repetir la malandrinada de anoche, porque del diputado Redondo hay que esperar cualquier cosa que sea contraria a cumplir la ley, siendo que es un funcionario que desempeña la presidencia del Congreso en forma ilegal desde el principio.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 13 de febrero de 2025.