El director de la Fundación para el Niño Quemado (FUNDANIQUEM), doctor Omar Mejía, ha realizado un fuerte llamado a los padres y a la sociedad en general para que tomen medidas preventivas en esta temporada navideña, cuando los incidentes por quemaduras, especialmente por pólvora, aumentan. Según Mejía, en los últimos días se han recibido niños quemados por pólvora y agua caliente, y aunque existen regulaciones municipales para evitar el uso de estos productos, la falta de supervisión en los hogares sigue siendo el principal factor de riesgo. «No hay dinero que reponga lo que se pierde en una tragedia así», advirtió el especialista, refiriéndose al daño irreversible que causan estas lesiones.
Además, Mejía destacó las graves secuelas que estos accidentes dejan en los niños, que van más allá de las cicatrices físicas. Muchos de los menores requieren múltiples cirugías y, además, enfrentan problemas psicológicos, como bullying en las escuelas. A pesar de las campañas de prevención y las leyes que prohíben la venta de pólvora, los accidentes siguen ocurriendo. Por ello, hizo un llamado a los adultos para que eviten exponer a los menores a este tipo de riesgos, asegurando que «las fiestas no deben ser motivo de tragedias».