Los candidatos a las elecciones presidenciales de EE.UU., Kamala Harris y Donald Trump, llegan a los comicios de mañana empatados en las encuestas y la incertidumbre se dilucidará en siete estados en disputa en los que estarán todas las miradas este martes.
Harris aventaja en voto popular con un 48 % a Trump, que tiene un 46,9 %, según el agregador de encuestas Five Thirty Eight, lo que pone a la demócrata 1,1 puntos por encima del republicano.
De esta forma se mantiene la tendencia del último mes, con un ligero descenso del apoyo a la vicepresidenta y el expresidente consiguiendo aumentar un pequeñísimo margen su base.
Esta cifra representa el voto popular, aunque en Estados Unidos la elección presidencial se decide de manera indirecta a través del Colegio Electoral, que cuenta con 538 compromisarios.
Este sistema permite que un candidato pueda ganar la presidencia incluso perdiendo el voto popular.
Cada uno de los 50 estados de EE.UU. reparte un número concreto de delegados. Si bien la mayoría de los estados tienen una tendencia clara de voto, hay siete considerados «bisagra» que podrían decantarse por cualquiera de los candidatos: Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada y Arizona.
Es en estos estados donde las campañas han concentrado su inversión publicitaria y donde los candidatos están dedicando la mayor parte de su tiempo, lo cual se ha reflejado en sus agendas esta última semana.