Un oficial retirado de las FFAA nos escribió, en reacción al editorial de ayer, para ponderar las virtudes del Gral. Roosevelt Hernández, a quien califica como un gran ser humano, con alto nivel académico, tres licenciaturas, post grados, entre ellas dos maestrías. El oficial nos dice que «lastimosamente, el Gral. Hernández no es de los que andan hablando continuamente en los medios de comunicación, como también los oficiales activos no pueden salir a aclarar libremente sobre los asuntos tratados, porque no es prudente, pero los que estamos retirados no tenemos problemas para opinar». El militar retirado nos dice que conoce de primera mano a Roosevelt Hernández, que es un profesional en todo sentido, desde niño fue parte de los Boy Scouts, siempre tiene tiempo para ellos, y es un gran líder que aboga por la justicia. Su profesionalismo en el ámbito militar es completo, tiene formación amplia, es TESON; es buzo de combate, y además tiene una variedad de cursos, tanto nacionales como internacionales. Son adiestramientos elites, ha sido fuerte en el entrenamiento, y demuestra el coraje de quienes llegan a él, no digamos los que lo culminan. Lo elemental es que Roosevelt Hernández es un gran ser humano.
No ponemos en duda todas las ponderaciones en favor del Gral. Roosevelt Hernández, que hace este oficial retirado, a quien conocemos desde hace varios años, pero lo que está en discusión es su comportamiento que no se apega a ese profesionalismo militar que debe estar dispuesto al cumplimiento de la Constitución, como lo dijo hace poco tiempo el Gral. Mark Milley, jefe del Pentágono de EEUU. El discurso del jefe militar estadounidense es una guía moral, profesional y legal por la que deberían regirse todos los jefes militares que se precien de respetar la Constitución.
Nuestra Constitución nos ofrece el camino directo para llegar a lo que más nos debe interesar a todos, que es el interés general de los hondureños. La Constitución que está en vigencia desde 1982, asegura la unidad jurídica de Honduras, no permitiendo sobresaltos que puedan ir en contra del interés general de la nación, cuya tutela corresponde al gobierno, especialmente lo que concierne en asegurar las prioridades del pueblo hondureño como son la elemental salud y educación.
En este momento la tranquilidad del país está muy alterada por la incapacidad del Gobierno del PLR de dar respuesta a los principales problemas, por concentrarse en los asuntos políticos que le interesan para garantizarse una permanencia en el poder a largo plazo. El problema más serio que atraviesa Honduras es la crisis económica, que ha sido agravada por las políticas del gobierno que no contribuyen a crear condiciones de confianza, que atraigan a los inversionistas extranjeros y que estimulen a los inversionistas nacionales. La huida de empresas extranjeras es alarmante por el grito anti empresarial de los principales lideres del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro.
Con las políticas del Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, se ha producido un quiebre por la desconfianza que hay en el sector privado que no ve claridad en ninguna de las acciones del gobierno en lo que concierne al aspecto económico. La «Ley de Justicia Tributaria» no es como cree el Gral. Roosevelt Hernández, porque al acompañar la tesis del gobierno lo hace como un partidario político y no en función de los supuestos beneficios de esta ley, que, al crear más desconfianza en el sector privado, contribuirá a crear más desempleo, y si esto es bueno para el Gral. Roosevelt Hernández, es porque no entiende a fondo el contenido del mamarracho jurídico que es la llamada «Ley de Justicia Tributaria».
Gral. Roosevelt Hernández, la Constitución vigente no estimula a los gobernantes a fomentar el desempleo, sino todo lo contrario, la Constitución es una especie de lampara que ilumina para crear condiciones de riqueza y no de pobreza. El Gobierno del PLR, con esta «Ley de Justicia Tributaria», pretende recaudar mucho dinero, a costa de las empresas que ya tributan al fisco, porque no hay empresa en Honduras que no tribute. El sambenito del gobierno de querer que todos los empresarios tributen es un ardid engañabobos, para venderle al público que haciendo que tributen unas supuestas diez familias que no tributan lo justo, hará que todos los hondureños vivan mejor. Lo cual es una falacia, porque cualquier cantidad de dinero que recoja este gobierno servirá para costear las urgencias políticas del PLR que necesita satisfacer con dinero, para pagar al clientelismo político, para contar con más electores que le permita ganar las próximas elecciones.
Porque de eso se trata Gral. Roosevelt Hernández, cuando usted apoya como otro activista furibundo la llamada «Ley de Justicia Tributaria», está apoyando el proyecto político de largo plazo del PLR, y eso va en desmedro y no en favor del pueblo hondureño. Esta es la verdad Gral. Roosevelt Hernández, de la que usted se desvía al hablar como político, apartándose del profesionalismo militar del que habla el Gral. Mark Milley, jefe del Pentágono.
Nuestra Constitución, Gral. Roosevelt Hernández, no se merece que usted la amenace con un arma de fuego, porque nuestra Constitución fue creada con espíritu de nobleza, fue hecha para salvar a Honduras y no para asesinarla a balazos. La Constitución de la Republica desde 1982, ha estado siempre para salvar a Honduras, los que quieren matar a Honduras son los malos hijos que al alcanzar posiciones cimeras se vuelven energúmenos, buscando a toda costa eternizar en el poder.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 31 de octubre de 2024.