Fue el político y escritor inglés John Emerich Acton, mejor conocido como Lord Acton, el que pronunció la sentencia lapidaria «el poder absoluto, corrompe absolutamente», al dirigirse al obispo de Creighton, en una carta crítica al alto prelado católico, que pasó a la historia como un documento histórico que contenía señalamientos de abusos cometidos por el obispo, expresión contundente que ha transitado a lo largo de la historia como una especie de azote para líderes como Voltaire, Churchill y Franklin D. Roosevelt, que en algún momento se excedieron en el uso del poder.
Hoy toca aplicarla en Honduras, cuando la Presidente Xiomara Castro decidió otorgarle poder ilimitado a Rixi Moncada, ministra de Defensa y candidata presidencial del PLR, para que haga compras directas, el camino más corto para corromperse. Porque, a manera de arca abierta, un funcionario que tiene a su discreción el uso de los dineros públicos para hacer compras directas, al no tener los retenes legales contemplados en la ley para la adquisición de bienes y servicios, por la naturaleza humana es víctima de la tentación.
Darle tanto poder a la candidata Rixi Moncada, es un flaco favor para ella, porque disponer de una buena parte del tesoro para gastarlo a su albedrio la expone a quedar en la mira de la opinión pública, que tiene la obligación de escudriñar los actos de todo funcionario que maneja recursos del Estado, sustanciados por los impuestos que pagamos los contribuyentes. Uno de los primeros en torpedear a su ex correligionaria Rixi Moncada, fue el precandidato liberal Jorge Cálix, al calificar esta facultad ilimitada como «una carta abierta para robar», una expresión que puede parecer muy dura, pero que procede de la percepción popular que se ha extendido desde el primer momento que trascendió que la Presidente le otorgó a Rixi Moncada la privilegiada facultad de hacer compras directas para las FFAA.
No cualquier funcionario goza de semejante privilegio, sin embargo, tratándose de Rixi Moncada da para pensar que se le puso un mortero «matagigantes en las manos atadas», para que le explote inevitablemente. Aunque Rixi fuera lo suficientemente escrupulosa en el manejo de las compras, el solo hecho que se diga que está facultada para hacer compras directas la condena, sin haber cometido el delito, porque los antecedentes que datan del período de la «Cuarta Urna» en el que se manejó dinero sustraído de las bóvedas del Banco Central, manejado por miembros del gobierno, entre ellos Rixi Moncada, la hace víctima del prejuzgamiento inevitable por el antecedente de tomar dinero del erario público en forma indebida.
Cuando a un funcionario público se le dan las llaves del erario, que eso es, ni más ni menos, otorgarle la facultad de hacer compras directas, prácticamente se le condena al señalamiento por enriquecimiento rápido y fácil. Tanto poder a Rixi Moncada no le hace ningún favor, sino mucho daño, por lo que, hasta podríamos pensar que Rixi Moncada no será la candidata presidencial del PLR, sino solamente una pieza clave para tener el control de las FFAA, por la vía de llenarle la bolsa a los altos mandos de las FFAA, para cuando llegue el momento de develar la fotografía de quién será la verdadera candidata del PLR. En este plan no cabía la candidatura de Rasel Tomé ni de ningún otro aspirante del PLR. Solo Rixi Moncada podía desempeñar semejante papel.
Sin duda que el PLR se trae una gran sorpresa entre manos, para lo que se ha considerado el antecedente de la reelección de JOH, aplaudida en su momento por Mel Zelaya y vista con indisimulada indiferencia por los demás candidatos. Porque, al untar a Rixi Moncada en la maraña de la corrupción, facultándola a que haga compras directas para agenciarle más recursos a la campana del PLR, la descalifican automáticamente como una candidata con opción a triunfo. Es una especie de sacrificio a la carta, para que finalmente sea otra persona y no Rixi la candidata del PLR, con el amplio respaldo que, en forma inédita y descarada, le ha ofrecido el alto mando militar que preside el mal encachado Gral. Roosevelt Hernández. Con tanto poder en las manos como se le ha puesto a Rixi Moncada, la convierte en una persona condenada por la vindicta pública, porque si a alguien detesta un pueblo, es al funcionario o personaje público que obtiene poder absoluto.
Con el mejor de los criterios el escritor inglés Lord Acton previno al obispo Creighton, por los abusos que cometía, que «el poder absoluto, corrompe absolutamente». Y hasta los grandes personajes de la historia, que, en algún momento de su vida, el ejercicio del poder ilimitado los llevó a cometer abusos, les abarcó aquella sentencia lapidaria de Lord Acton. Rixi Moncada que apenas goza de la simpatía entre los seguidores del PLR, quedará marcada en la historia como una figura sombría que aceptó hacer comparsa con la corrupción, de manosear los dineros públicos para hacer compras directas, la forma más rápida y fácil de enriquecerse con los dineros del erario público.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 28 de octubre de 2024.