INDEPENDENCIA JUDICIAL AGREDIDA

La comparecencia del fiscal general Johel Zelaya, en una injustificada cadena nacional de televisión y radio, constituye un arrebato de abuso pueblerino, que denota la baja calidad de funcionario que tiene el gobierno como titular del Ministerio Público. Quizás porque el abogado Johel Zelaya está demasiado comprometido con el coordinador de gobierno, que «requete insistió» hasta colocarlo en el puesto, haciendo que la oposición finalmente cediera al que nos pareció el capricho más encabritado que le hemos visto a Mel Zelaya. Tengo la impresión que el fiscal Johel Zelaya, al hacer este papelón en una cadena nacional, que está reservada solo para asuntos de emergencia nacional, es porque está cumpliendo un guion especial del máximo líder del PLR, para coaccionar desde ahora a los jueces.

Hace muchos años, mientras éramos estudiantes de la Facultad de Derecho, el abogado Rigoberto Espinal Irías, mientras cursábamos Filosofía del Derecho, me prestó un libro, no recuerdo su título, en el que había diversas reflexiones sobre el oficio de juez, entre las que recordamos como enseñanza que «la independencia judicial es el derecho que corresponde a los jueces para acertar o equivocarse sin presiones de nada ni de nadie».

Cuando vimos al fiscal Johel Zelaya en cadena nacional de radio y televisión, lanza en ristre, teniendo como escudero al fiscal de UFERCO, Luis Santos, ambos pertenecientes a la izquierda fiscal, en ese momento pensamos que era una simple alharaca, pero minutos después llegue a la conclusión que la comparecencia de los dos fiscales era, ni más ni menos, era la interpretación grafica de una persecución política, orquestada desde la sinfónica presidencial, donde el de la batuta es el expresidente Mel Zelaya.

Penoso para el fiscal Johel Zelaya, que deba pagar con el costo del bochorno el gran favor de haber sido puesto en el cargo de fiscal general para hacer esta clase de mandados. Hay casos en que se dice que el abuso no tiene nombre, pero el del fiscal Johel Zelaya si lo tiene, y con letras oscuras: es ABUSO Y AGRESIÓN. El debido proceso está colmado de garantías, lo debería saber el fiscal Johel Zelaya como abogado, y una de esas garantías es que el imputado goza de la presunción de inocencia hasta tanto un tribunal no se pronuncie en su contra con sentencia condenatoria. Acudir a un aparato, como la cadena nacional de televisión y radio, que por ley esta reservada para emergencias nacionales, para cometer una agresión contra el imputado Nasri Asfura, también es un grave irrespeto contra los jueces, que, cometido por ignorancia o inmadurez por el señor fiscal Zelaya, es totalmente inaceptable.

Esta actuación del fiscal Johel Zelaya, sin duda que debe haber irritado a los jueces del Poder Judicial, porque se está llegando al extremo que el líder del PLR, queriendo jugar enchute con todos los poderes, busca descalificar el trabajo serio de los jueces, poniendo al fiscal general Johel Zelaya a hacer el ridículo de hacer su trabajo con estruendo mediático, para amedrentar y coaccionar a los jueces, cuando suponemos que el fiscal general sabe que aunque el Ministerio Público aporte todas las pruebas habidas y por haber, hay una defensa que también hace su papel y que igual, debe tener pruebas suficientes para defender a su cliente y demostrar su inocencia total o parcial. Esto es el debido proceso en un Estado de Derecho.

Acudir a una cadena nacional de televisión y radio para condenar públicamente a un exfuncionario, quien quiera que sea, es un irrespeto a la independencia judicial que solo la ideología trastornada, propia del totalitarismo, es capaz de usar como método de intimidación y coacción. El sistema judicial se debe sentir agredido y ofendido, excepto aquellos magistrados que igual que el fiscal Johel Zelaya, fueron puestos como peones para obedecer al mandamás de turno.

Una democracia es un sistema de libertades que empieza por la libertad de expresión, con elecciones libres, y el respeto a los derechos de las minorías, pero una democracia no solo es eso, también es un sistema de orden jurídico, en el que las leyes se aplican por jueces independientes y cuyas resoluciones y sentencias son respetadas. Y ese respeto no admite vejaciones verbales como las del fiscal general Johel Zelaya, acudiendo a una cadena nacional de televisión y radio para coaccionar a los jueces.

Cuando se irrespeta a los jueces y tribunales los que pierden no son los jueces, lo que se compromete es el derecho de todos, empezando por los más débiles. La razón, la verdad y la justicia no puede ser patrimonio de los que más gritan o los que más actúan. La ley y la justicia debe ser igual para todos o acaba siendo de unos pocos que sienten pasión por una verdadera dictadura.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 22 de octubre de 2024.