El General Roosevelt Hernández no puede inventar a su criterio lo que son las FFAA, porque la definición institucional de nuestro cuerpo castrense esta inconfundiblemente precisada y determinada en el art. 272 de nuestra Constitución de la Republica, que en forma nítida dice: «las Fuerzas Armadas de Honduras son una institución nacional de carácter permanente, esencialmente profesional, apolítica, obediente y no deliberante. Se instituyen para defender la integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República, además de cooperar con la Policía Nacional en la conservación del orden público. A efecto de garantizar el libre ejercicio del sufragio, la custodia, transporte y vigilancia de los materiales electorales y demás aspectos de la seguridad del proceso, el Presidente de la República pondrá a las Fuerzas Armadas a disposición del Consejo Nacional Electoral desde un mes antes de las elecciones hasta la declaratoria de las mismas».
El artículo 272 de la Constitución define la identidad de las FFAA, que es estrictamente militar; nadie que no sea el pleno del Congreso Nacional puede cambiar la naturaleza ni la razón de ser que la Constitución establece para el estamento militar; cualquier jefe militar que pretenda arrogarse una nueva concepción del cuerpo castrense hondureño, es porque anida en su mente la idea de transformar a las FFAA como están establecidas en la Constitución, para darle otra configuración dentro de otro marco político que no está contemplado en el marco constitucional.
El Gral. Roosevelt Hernández no está debidamente asesorado, o por el contrario, está siendo mal orientado para hablar como cualquier político trasnochado, de esos que viven obsesionados con destruir la Constitución de la República, para acomodarla a sus fines políticos. Valga esta reflexión en un día como hoy, que está consagrado a las Fuerzas Armadas de Honduras, para recordar que, aunque la entidad militar en ocasiones ha sido manoseada por los políticos, contando con la aquiescencia de los jefes militares de turno, nunca la institución castrense y sus organismos internos como el IPM, han estado amenazados por un orden ideológico, que para consolidarse en el poder, busca tener el control absoluto de las FFAA, para transformarlas en un ejército con mentalidad ideológica, como ha sucedido en Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El Gral. Roosevelt Hernández no debe creer que la oficialidad de las FFAA lo acompañará en este despropósito, porque ya ha trascendido la disconformidad de oficiales por el nuevo comportamiento del Gral. Hernández que es de naturaleza política. Es posible que anteriormente las FFAA se acercaron a los gobiernos de turno, pero esos nexos siempre estuvieron orientados a inducir a los gobernantes hacia la mejoría del presupuesto militar y no para identificarse con las causas políticas de los gobernantes. En estos últimos 45 años de vida institucional no escuchamos a ningún jefe de las FFAA hablar con tanto sesgo político como lo está haciendo el Gral. Roosevelt Hernández. Ni en la época de López Arellano, que ha sido el líder más fuerte que ha habido en las FFAA, escuchamos un discurso ideologizado como lo está haciendo Roosevelt Hernández.
Hoy celebramos el «Día de las FFAA», pero al paso como marcha la institución militar bajo las ideas del Gral. Roosevelt Hernández, quizás en poco tiempo la institución llegue a perder su actual identidad militar para acogerse a otro modelo, en que ya no sean FFAA sino EJÉRCITO POPULAR, que es el término que les encanta usar a los gobierno populistas-fascistas. Ojalá estemos equivocados, pero el camino escogido por Roosevelt Hernández no responde al mandato del art. 272 de nuestra Constitución. Su discurso distancia a las FFAA para dejar de ser una institución esencialmente profesional, apolítica, obediente y no deliberante. Porque el Gral. Roosevelt Hernández ha perdido el profesionalismo militar al hablar como un político populista, con lo cual rompe la regla de ser no deliberante.
Y en este sentido, los hondureños ya no podemos confiar que las FFAA bajo el mando del Gral. Roosevelt Hernández garanticen el imperio de la Constitución, el principio del libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República, porque en sus palabras, el jefe militar se ha manifestado partidario de la refundación propuesta por el PLR, que no es más que mantenerse en el poder por tiempo indefinido, contradiciendo lo establecido en el marco de nuestra Carta Magna.
Y en esta situación, solo el resto de la oficialidad de las FFAA puede evitar que, por el pensamiento atrofiado del jefe del Estado Mayor, las FFAA caigan ensuciadas en el lodo político, y lo más grave, que sean las responsables de la destrucción de la institucionalidad hondureña.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 21 de octubre de 2024.