Tras cuatro meses de suspensión laboral, 2,400 empleados de Delta Honduras fueron informados esta semana que, desde el 7 de octubre, están oficialmente desempleados. Muchos enfrentan una dura realidad llena de deudas e incertidumbre. Margarita Acosta, una de las ex trabajadoras, expresó su angustia por las deudas acumuladas y la presión de los pagos, mientras otros ex empleados también denuncian el aumento de sus deudas debido a los atrasos en los pagos. Daniel Facussé, presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores, confirmó que Delta se declaró en quiebra y ha dejado de operar en varios países, incumpliendo así con sus obligaciones laborales.
El dirigente sindical Juan Eguigure advirtió que, además de factores externos como la baja demanda en EE. UU., hay motivos antisindicales detrás de estos cierres, señalando que la marca sigue operando en otras regiones. A medida que se prevé que más maquilas cierren, la presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Anabel Gallardo, destacó la necesidad de un diálogo entre el sector privado y el gobierno para abordar esta crisis y evitar que más hondureños queden sin empleo. La situación ha generado un incremento en la emigración y un impacto considerable en las familias afectadas.