UNA MANCHA PERJUDICIAL

Hay salidas que por la oscuridad de la puerta que se escoge para escapar, son pasajes que conducen al entierro o al encierro moral. Al exalcalde sampedrano Rodolfo Padilla Sunseri le aconsejaron uno de esos laberintos en que, la forma como salió de sus escollos legales lo ha dejado más embarrado de lodo de lo que estaba. La alta dirigencia del PLR está haciendo cosas muy malas como es seguir burlándose de la ley, con lo cual termina de hacer cada vez más inviable la instalación de la CICIH. La expiación de delitos del exalcalde sampedrano Rodolfo Padilla Sunseri es otra «tecolilla» para que la Presidente Xiomara Castro caiga de bruces y quede expuesta ante la comunidad internacional como una mandataria que no sabe lo que hace.

Si la derogación del «Decreto de Amnistía» es una de las condiciones impuestas por la ONU para avalar la instalación de la CICIH, seguir utilizándolo para limpiar de cargos a exfuncionarios públicos significa la negativa rotunda del gobierno para atender la exigencia de la ONU, y la decisión definitiva del PLR de ponerle fin a esa majadería que le siguen llamando CICIH, y que al actual gobierno no le pasa por ningún lado, porque es algo que no le conviene. 

Al exalcalde Padilla Sunseri no le hicieron un favor sacándolo del atolladero judicial de esa manera, por el contrario, lo embarraron más de lo que estaba. Los cargos que enfrentaba eran de tipo administrativo, que son los que por lo general se les imputa a los alcaldes, los pudo haber enfrentado desde un principio ante el Tribunal Superior de Cuentas, pero fue mal aconsejado y se mandó a la fuga sin necesidad, con lo cual agravó su situación pero no al grado de convertirse en un criminal.

Es posible que el exalcalde Padilla Sunseri se precipitó y pensó que por la cuantía de los reparos tendría problemas serios, sin embargo, si los cargos eran imputables en el orden administrativo perfectamente pudo acudir a un buen equipo de abogados que conocen la materia para defenderse sin convertirse en un prófugo de la justicia. Hasta el 2009, Padilla Sunseri era un líder liberal muy popular en los diferentes sectores sampedranos, hasta el momento en que cometió el gravísimo error de preferir el escapismo en lugar de enfrentar la justicia para defenderse con las pruebas necesarias para demostrar su inocencia. Hoy, Padilla Sunseri recobra la libertad por la puerta trasera de la salvación otorgada por un Poder Judicial que está desprestigiado desde la cúspide hasta la base, usando el «Pacto de Impunidad».

La Corte Suprema de Justicia, bajo la presidencia de la magistrada Rebeca Ráquel de Melara, está siendo arrastrada hacia los albañales, luego de los escándalos en los que la titular del Poder Judicial se ha visto involucrada. Si la desesperación era una especie de fiebre candente que sofocaba al exalcalde Padilla Sunseri, y que para salir a como diera lugar de la triste situación de fugitivo de la ley, la única forma de lograrlo era agarrarse del pescante de la ilegalidad, debe saber que ha salido del fuego para caer en un bracero que lo dejara lacerado por el resto de su vida, porque, cualquier exfuncionario que se cree a salvo por el «Decreto de Amnistía» o «Pacto de Impunidad», es una especie de sabandija que escapa de los fangos pero no de las telarañas de la ley.

Ser favorecido por el «Pacto de Impunidad», con el patrocinio de una Corte Suprema que nada en el desprestigio, equivale a ganarse la lotería del entredicho, en que el premio mayor es la ignominia palmaria de la vindicta pública, ese aluvión popular que no perdona al bribón que cree que está a salvo de la cárcel gracias al apoyo de los delincuentes. De esta forma, el exalcalde Padilla Sunseri debe saber que no ha recuperado la libertad, por el contrario, lo que ha conseguido es el encierro moral a que lo condenaran los ciudadanos que un día fueron sus seguidores al considerarlo un líder honesto, pero que seguramente hoy estarán desilusionados, por haberse acogido Padilla Sunseri al «Pacto de Impunidad», que es aborrecido por la inmensa mayoría de los hondureños.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy viernes 20 de septiembre de 2024.