EN RESPETO A LA SEÑORA PRESIDENTE

Por respeto a la señora presidente de la Corte Suprema de Justicia, y por el derecho que le asiste en todos los aspectos, tenemos que hacer esta aclaración que es pertinente, en razón de su queja expresada ayer al sentirse atropellada, al ser involucrada en el capítulo de extorsión por el que fue capturado el juez Marco Vallecillo. En nuestro caso particular, cuando nos referimos a la reacción de la abogada Rebeca Ráquel de Melara, dijimos que su intervención nos pareció apresurada, y que, por lo general una reacción así es producto del mea culpa. No nos hubiéramos atrevido a mencionar a la abogada Rebeca Ráquel de Melara, porque el juez Marco Vallecillo no mencionó nombres, se limitó a decir al momento de ser capturado que los tres millones de lempiras eran para el esposo de una alta funcionaria del Poder Judicial. De no ser porque ella se anticipó a ofrecer declaraciones y de una forma incomprensible se auto incluyó en el asunto.

Quizás porque la presidente de la Corte Suprema de Justicia se sintió aludida en la primera declaración del juez Marco Vallecillo, es que perdió la serenidad, o quizás porque fue mal aconsejada incurrió en el error de salir en defensa propia, presa de un nerviosismo inocultable, algo muy propio en los penitentes que en el fondo reconocen haber cometido un pecado por voluntad suya. Sin embargo, en el plano de la verdad, si bien la declaración del juez Marco Vallecillo llevaba implícito un señalamiento cuasi directo, la misma no debe ser tomada como una fórmula acusatoria directa contra la presidente de la CSJ. 

Por ética y por respeto a la dignidad de toda persona, los periodistas que intentamos analizar e interpretar los ángulos de un hecho de tanta gravedad y repercusión nacional, no podemos pasar desapercibida una reacción tan súbita y tan inesperada como la de la presidente de la CSJ. Aunque el juez Vallecillo intentó retractarse para aclarar que no dijo lo que efectivamente si dijo, lo que cuenta es lo primero que dijo: QUE LOS TRES MILLONES DE LEMPIRAS ERAN PARA EL ESPOSO DE UNA ALTA FUNCIONARIA DEL PODER JUDICIAL.

Resulta obvio que al hablar de una alta funcionaria la sospecha recayó de inmediato en una de las magistradas, sin mencionarse a alguna de ellas de manera específica. Pudiéramos creer que, semejante declaración del juez Vallecillo creó una atmosfera de presión en el interior de la Corte Suprema y que, las demás magistradas le pidieron a la presidente de la Corte, Rebeca Ráquel de Melara, que saliera al público haciendo una aclaración. Esta, me parece que es la única razón por la que doña Rebeca salió de manera tan súbita, más que a aclarar, a negar cualquier involucramiento suyo en el escandaloso asunto del pago de una extorsión millonaria para favorecer al esposo de una alta funcionaria del Poder Judicial.

Reiteramos que no hubiéramos tenido ningún asidero razonable para referirnos a la abogada Rebeca Ráquel de Melara en este caso, de no ser por su intervención súbita. Estamos de acuerdo en que la abogada Ráquel de Melara se merece todo el respeto, como mujer y como profesional. En nuestro caso particular, no conocemos ni nunca hemos tratado a la señora presidente de la Corte Suprema, como tampoco tenemos ningún prejuicio en contra de ella. Los periodistas que analizamos de manera responsable los hechos de la vida nacional, actuamos y expresamos opiniones y puntos de vista, de acuerdo a lo que ha ocurrido, evitando incurrir en la especulación.

El hecho dado esta registrado: el juez Marco Vallecillo implicó a una alta funcionaria del Poder Judicial, y aunque después el juez quiso retractarse, lo que cuenta es la primera declaración que deberá ser tomada muy en cuenta en la investigación. Eso es irrefutable. Lo cierto es que hay una implicación de graves consecuencias, cuando el juez de alto nivel, Marco Vallecillo, nombrado directamente por la presidente del Poder Judicial, fue capturado por la ATIC en el momento que recibía tres millones de lempiras producto de una extorsión. Sus palabras fueron grabadas por un agente de la ATIC. Esto también es irrefutable.

Hoy, publicaciones periodísticas detallan que el juez Vallecillo manejaba 60 casos más, un volumen considerable para una sola oficina, tratándose de tres materias llenas de conflictividad como son: corrupción, criminalidad y medio ambiente. Se puede colegir que el juez Vallecillo era una especie de super juez, por lo que su caso llevará mucha investigación que ocupará mucho tiempo, y si hubiera indicios de que existen otros casos similares, sin el ánimo de especular podemos decir que el Poder Judicial en el periodo de Gobierno del PLR, es una bomba de gases malolientes.

Lo que la señora presidente de la CSJ debe entender es que, este asunto donde ella misma se auto implicó, es de suma gravedad, se trata del delito de extorsión practicado por jueces de alto nivel, nombrados por la Presidencia del Poder Judicial. No hay prejuicio, ni contra ella ni contra otra magistrada, sencillamente es que el Poder Judicial estará en la picota pública hasta tanto no se aclare la terrible declaración del juez Marco Vallecillo: los tres millones de lempiras eran para el esposo de una alta funcionaria del Poder Judicial. Hasta tanto no se dilucide quién es esa alta funcionaria, el honor de todas las magistradas de la Corte Suprema de Justicia estará en entredicho.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 22 de agosto de 2024.