Nikki Haley aboga para que Taiwán sea un “miembro pleno” de Naciones Unidas

La exrepresentante de EE.UU. ante Naciones Unidas Nikki Haley (2017-2018) aseguró este miércoles que Taiwán debería convertirse en un “miembro pleno” de este organismo, puesto que la isla ha sido “víctima” de una “gran injusticia” durante más de cincuenta años.

“Tenéis todo el derecho a sentaros en la misma mesa que el resto de países del mundo. En muchos aspectos, habéis demostrado que sois los que tenéis más derecho a hacerlo”, manifestó la también excandidata republicana a la Casa Blanca en el Foro Ketagalan de Taipéi, un evento sobre cuestiones de seguridad en el Indopacífico.

La República de China (nombre oficial de Taiwán) perdió su pertenencia el 25 de octubre de 1971, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 2758, que reconocía a la República Popular China como el “único representante legítimo” de China ante ese organismo.

Desde entonces Pekín ha defendido que la resolución considera a Taiwán como una parte inalienable del territorio chino, “pero no lo hace”, aseveró Haley, quien llamó a Estados Unidos y al resto de países occidentales a “abrazar a Taiwán”.

“EE.UU. debe elevar a Taiwán en el escenario internacional. No debéis estar más tiempo silenciados en los asuntos globales”, manifestó.

Respecto a la posibilidad de un conflicto armado, Haley señaló que la comunidad internacional debe “apoyar a Taiwán hoy, no esperar a que China invada”, al tiempo que defendió el “derecho a la autodeterminación” de los 23,5 millones de ciudadanos de la isla.

“(China) dirá que apoyamos la independencia de Taiwán y que hemos cruzado una línea roja, pero eso no es verdad, y esa no es una decisión de EE.UU. o de ningún otro país. Tenéis el derecho a la autodeterminación y nuestro apoyo a vosotros no debería depender de la decisión que toméis”, puntualizó.

Taiwán -donde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza.

Las autoridades chinas consideran que la cuestión taiwanesa es la “línea roja” entre Washington y Pekín, ya que EE.UU. es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender la isla en caso de conflicto.