UNA REFORMA AL SISTEMA ELECTORAL

Los oscuros nubarrones que se ven en el horizonte hondureño parecieran indicar que el gobierno y el Partido PLR, van por delante con un plan que los lleva a mantenerse en el poder a como dé lugar. Que la Secretaría de Finanzas no envíe al Congreso Nacional el presupuesto que se requiere para la ejecución del proceso de elecciones internas o primarias, sin duda que obedece a una táctica que Mel Zelaya puso en práctica en el 2008, cuando se negó a enviar el Presupuesto de la República, con la intención de presionar para que le apoyaran su proyecto político, mediante la paralización de todo el aparato del Estado, al no tener el país el Presupuesto de la República.

Esto nos vuelve a indicar que, si en verdad queremos que nuestra democracia no se deteriore del todo, es necesario que desde la sociedad civil y los medios de comunicación se urja a los partidos a emprender cuanto antes una reforma electoral, que, aunque no pueda complacer a todos, porque ello no sería posible, que acabe con el actual estado de cosas. Probablemente no existe un sistema electoral que pueda calificarse de perfecto y que al mismo tiempo pueda complacer a todos los sectores. Seamos pragmáticos y tratemos de buscar un sistema electoral que mejor convenga al interés general de Honduras.

Los estudiosos de los sistemas políticos en EEUU y Europa, han concluido que todo sistema electoral debe asegurar, por un lado, la mejor representatividad posible de las diferentes opciones políticas, y por otro, la necesaria gobernabilidad que Honduras necesita de una consulta electoral. Conviene subrayar que el gran objetivo de las elecciones es elegir un gobierno que tenga la mayor claridad para buscar el bienestar de los hondureños. El Gobierno de la Presidente Xiomara Castro, orientado por la visión del expresidente Manuel Zelaya, cuyo objetivo fundamental es lograr la mayor concentración de poder, no ha mostrado en casi tres años el interés para mejorar la condición económica de los hondureños. El sector empresarial le ha hecho valiosas propuestas a la Presidente Xiomara Castro para incentivar la creación de empleos, pero la gobernante no ha mostrado mayor interés.

Hoy, estando a las puertas de la convocatoria a elecciones internas o primarias, el gobierno se muestra reacio a turnar al Congreso el presupuesto solicitado por el CNE, para sufragar el evento electoral que es fundamental para continuar con el cronograma que nos conducirá a la celebración de elecciones generales el próximo año. De continuar con esta actitud perniciosa, podríamos pensar que los partidos políticos deberán arreglárselas por sí mismos, con el apoyo de la cooperación internacional, para celebrar las elecciones, porque pareciera que el gobierno y el Partido PLR quieren torpedear las elecciones primarias, como una forma de comenzar a boicotear las elecciones generales desde este momento. Lo que estamos anticipando no es algo antojadizo, a Nicolás Maduro uno de sus amigotes en el extranjero, le recomendó que tratara de boicotear las elecciones debido a que las encuestas lo ubicaban como seguro perdedor. Maduro hizo todas las maniobras intimidatorias para evitar que la gente votara y de esta forma lograr, aunque fuera un triunfo apretado. Pero la avalancha de votos en su contra anuló sus mecanismos de presión.

El sistema electoral hondureño, al que dimos vida en la reinstauración del orden institucional en 1982, es muy noble y muy limpio, pero carece de mecanismos de defensa lo suficientemente robustos, que puedan prever situaciones como la que estamos viviendo, en que es notorio el capricho del gobierno, que para perpetuarse en el poder, recurre a los métodos del chantaje, como el de no aprobar el presupuesto para la celebración de elecciones primarias, que son imprescindibles porque en ellas resultan electos los candidatos presidenciales.

En un caso así, el sistema electoral debería permitir que los partidos políticos puedan recurrir a la cooperación internacional de organismos y países que son celosos defensores de la democracia, para que puedan financiar las elecciones primarias, dotando al CNE de los recursos necesarios para desarrollar las elecciones internas. La democracia hondureña al quedar expuesta al capricho de un sector autoritario, corre el grave riesgo de que no pueda celebrar las elecciones primarias, para que los partidos no puedan elegir sus candidatos, porque las primarias, para los que no lo han entendido, sirven fundamentalmente para elegir en forma democrática a los candidatos, que de ser electos de dedo, resultarían candidatos débiles.

El Partido PLR, al retener el presupuesto, podría estar tejiendo la maldad política de impedir las elecciones primarias, no hay que descartar esa posibilidad. Ojalá estemos equivocados, pero cuando el sector gobernante recurre al chantaje de bloquear los fondos para el importante evento electoral, es porque tiene entre manos algún malsano propósito. Y este no pareciera ser otro que torpedear la celebración de elecciones primarias. Es curioso y altamente preocupante que, a pocas semanas de la convocatoria de las elecciones primarias, el Gobierno del PLR se llame a silencio y el secretario de Finanzas, futuro representante de LIBRE en el CNE, no asome la cabeza para explicar la reticencia a enviar el presupuesto al Congreso Nacional.

Esto huele mal, pero si hubiera un mecanismo en el sistema electoral que permita recibir donaciones de organismos internacionales que garanticen el proceso electoral interno, acciones como las que toma el Gobierno de LIBRE, no expondrían a la democracia hondureña a quedar paralizada, sin candidatos y sin la posibilidad de hacer ni elecciones primarias ni generales.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 8 de agosto de 2024.