¡HASTA CRISTINA!

La encerrona que le han hecho a Nicolás Maduro sus amigos del Foro de Sao Paolo, exigiéndole que acepte que sean observadores imparciales los que verifiquen la transparencia de la elección, no es para confiarse del todo, porque el exceso de confianza puede resultar contraproducente, sin embargo, la lógica nos ha enseñado a diferenciar entre lo aparente, lo engañoso y lo falso. ¿Por qué Lula Da Silva, y Gustavo Petro no dudaron en pedirle a Maduro que aceptara mostrar las actas ante observadores imparciales, a lo cual se ha sumado la controversial expresidente argentina Cristina Fernández? 

La explicación es muy sencilla y comprensible. Si Maduro llegara a perpetuarse en el poder por la fuerza y la violencia, se calcula que unos 5 millones de venezolanos prefieren abandonar Venezuela para buscarse la vida en los países vecinos. Actualmente Colombia, Brasil y Ecuador están atestados de venezolanos que han emigrado a consecuencia de la situación miserable creada por la dictadura del tirano Nicolás Maduro. Para Colombia, Brasil y Ecuador será inmanejable por completo atender a cinco millones de venezolanos, que angustiados por la desesperación son capaces de extender su peregrinaje migratorio hasta Perú, Argentina y Chile.

Maduro no solo es una amenaza para los venezolanos, también lo es para sus países vecinos, porque en la medida que el tirano se aferre al poder de manera violenta, con el apoyo de los militares, a los que les ha comprado la conciencia, producirá un estallido migratorio que se extenderá hacia Brasil y Colombia, pero también a Ecuador, Perú, y Chile. Esto será una verdadera desgracia migratoria, pero comprensible, porque la miseria que ha generado el infame régimen del tirano, ha creado tal clima de desesperación, que millones de venezolanos prefieren arriesgarse a un largo como aventurado periplo, en que, a lo mejor consiguen asentarse en otro país, o morir en el trayecto. Hay miles de venezolanos que ya lo han expresado: preferimos irnos a otro país, o encontrar la muerte en el camino que soportar el infierno madurista.

El mundo entero ya percibió este panorama y por eso muchos países están haciendo lo que no hicieron antes: establecer mecanismos de presión para que Maduro acepte que perdió las elecciones, como efectivamente así sucedió. No vemos que este capítulo de González Urrutia y María Corina Machado sea igual al de Juan Guaidó. La diferencia la está haciendo María Corina, que tiene un apoyo internacional sin precedentes. La presión en las calles es importante, pero hay otros elementos de los que está haciendo acopio la oposición, que requieren de muchos recursos económicos para montarlos y la oposición está fortalecida desde diferentes partes del mundo.

Pero hay otro gran elemento que le ha vuelto la espalda a Maduro. Viejos socios en las malandrinadas marxistas, están siguiendo la línea de Lula Da Silva, quien fue el primero en plantearle a Maduro, que en democracia no son admisibles las bravuconadas criminales. Advertirle a Maduro que le preocupaba que estuviera amenazando con un baño de sangre fue el primer desmarque del fundador del Foro de Sao Paolo.

Que Lula Da Silva le recordara a Maduro que en democracia el que gana las elecciones se queda, y al que las pierde solo le queda prepararse para las siguientes elecciones, fue un distanciamiento que fulminó el ánimo de Maduro. Después de Lula, le siguió el colombiano Gustavo Petro, que exigió que Maduro mostrara las actas electorales a observadores imparciales. Lo más increíble y dramático, ha sido la declaración ofrecida el viernes anterior por Cristina Fernández de Kirchner, que rasgándose las vestiduras del cinismo que siempre ha ostentado, se sumó a la predica de Lula y de Petro, exigiendo a Maduro que muestre las actas electorales para no manchar el legado de Hugo Chávez.

No falta quien crea que todo este escaparate de exigencias de Lula, Petro y de Cristina, solo es un compás de tiempo para que Maduro complete la marrullería, falsificando las actas para ponerle otras cifras que le favorezcan. Sin embargo, esta operación no es fácil, las actas electorales originales ya le dieron la vuelta al mundo y están en todos los parlamentos del planeta, de manera que cuando Maduro salga haciendo su alharaca mostrando «sus actas», la cosa será como dijo nuestro poeta Daniel Láinez: AGORA Y ES TARDE que Cristina Fernández Kirchner le agarrara la seña a Lula Da Silva, que es el gran cacique del Foro de Sao Paolo, ha sido un verdadero aluvión de abandono contra Nicolas Maduro. Por eso, lamentábamos el lunes anterior que la Presidente Xiomara Castro, guiada por la insensatez, se apresurara a felicitar como democrática, la antidemocrática pretensión de Nicolas Maduro de proclamarse ganador, avalado por el desacreditado CNE chavista. 

¡Qué mala pata la de nuestra Presidente! Si hasta Cristina, hasta Cristina Fernández se movió al compás de la exigencia de Lula Da Silva, poniéndose del lado de lo razonable, ante un robo descarado del madurismo. ¿Qué dirán ahora los que mal aconsejaron a la Presidente Xiomara Castro? Si hasta Cristina Fernández, hasta Cristina pide que se muestren las actas y que sean observadores imparciales las que verifiquen la transparencia.

¡Qué vergüenza para el gobierno de LIBRE! ¡Hasta Cristina, su vieja compañera de viaje, los ha puesto en la picota!

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 5 de agosto de 2024.