En medio de la creciente tensión tras las disputadas elecciones presidenciales en Venezuela, el Papa Francisco ha expresado su preocupación por la «crítica situación» en el país y ha hecho un llamado a evitar la violencia. Francisco instó a todas las partes a buscar la verdad y a resolver los conflictos mediante el diálogo, mientras la comunidad internacional clama por el cese de las detenciones de simpatizantes opositores. El gobierno venezolano, liderado por Nicolás Maduro, proclamó su victoria sin presentar los recuentos de votos, mientras la oposición afirma que el candidato Edmundo González, a quien consideran el verdadero ganador, obtuvo la mayoría de los votos.
La crisis postelectoral ha intensificado las movilizaciones en las calles, con enfrentamientos entre seguidores del oficialismo y la oposición. La comunidad internacional, incluidos países europeos y Estados Unidos, ha demandado la liberación de los detenidos y una verificación independiente de los resultados electorales. El gobierno venezolano enfrenta críticas por no mostrar pruebas concluyentes de su victoria y por las detenciones arbitrarias de líderes opositores. Organismos internacionales y varios países han reconocido a González como el legítimo ganador, mientras la tensión sigue aumentando en Caracas.