La administración de Xiomara Castro, por medio de la Secretaría de Gobernación y Justicia aprobó el Acuerdo 158-2024, mediante el cual estableció derogar los “convenios de facilitación migratoria” celebrados con la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica de Honduras, la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, conocidos popularmente como Los Mormones, y la Misión Adventista.
Usualmente las iglesias cristianas utilizaban estos convenios para facilitar la entrada de sacerdotes, pastores y funcionarios para sus misiones de acción social.
La comunidad cristiana, así como miembros de la oposición, ha calificado esta acción como “orteguista”, haciendo referencia a la similitud con la situación en Nicaragua y el rechazo al cristianismo por parte del gobierno izquierdista de Daniel Ortega.
De su lado el ministro de Gobernación, Tomás Vaquero, pidió a las iglesias y a los fieles que no se alarmen, prometiendo que habrá un nuevo convenio con las instituciones religiosas y de la cual no habrá exclusiones.
Después de toda la controversia generada, el director del Instituto Nacional de Migración, Allan Alvarenga, explicó, que se ha citado a todos los líderes de estas iglesias para firmar nuevos convenios que incluirán nuevas facilidades migratorias.