La nueva presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Gisela Sánchez, ordenó el despido de más de cincuenta ejecutivos de casi todas las dependencias de la institución en Tegucigalpa.
Los despidos se produjeron sola unas horas después de finalizada en la capital hondureña la Asamblea Anual de Gobernadores del banco, en la que casi todas las sesiones fueron privadas.
Esta semana también, la Asociación para una Sociedad más Justa presentó un estudio sobre la gestión del banco en el que critica irregularidades financieras y hasta impactos negativos de algunas de las inversiones aprobadas por el BCIE en Honduras.
El BCIE es el principal organismo financiero regional y la presidencia de la institución estuvo en manos de hondureños en los últimos años, pero debido a intereses políticos, la Asamblea decidió el año pasado entregar la presidencia del banco a Sánchez, una profesional costarricense proveniente de la banca privada.
No hubo explicación para el despido de los ejecutivos del banco, aunque se presume que está en marcha un proceso de reducción en los costos de operación, que fue uno de los argumentos en contra de la pasada administración.
Los despedidos esperan recibir completas sus prestaciones laborales y no tener que acudir a recursos legales, como amenazó el último presidente del banco, Dante Mossi, a quien la actual administración le negaba el reconocimiento de sus derechos.