La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, junto con el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, participaron el miércoles en un foro en Washington, con el objetivo de analizar las medidas para que los países de bajos ingresos pueden adoptar para promover la estabilidad macroeconómica, estimular el crecimiento sostenible e inclusivo, y avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible.
De acuerdo con las declaraciones de Georgieva, se constata que el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de bajos ingresos se encuentra actualmente un 10 % por debajo de las proyecciones previas a la pandemia. Además, la mayoría de estos países enfrentan niveles significativos de endeudamiento, los cuales representan aproximadamente el 13 % del PIB.
La directora del FMI manifestó su preocupación respecto al crecimiento lento, indicando que, en realidad, las posibilidades de ponerse al día empeoran.
«No hay que pasar por alto que el pago de la deuda implica retrasar las mejoras en áreas clave como la salud y la educación», señaló el presidente del banco Mundial Ajay Banga.
Además, Georgieva manifestó que aunque la economía mundial ha resistido a la crisis mejor de lo esperado, varios países de bajo ingreso han actuado peor de lo previsto.
“La economía mundial está hoy mejor de lo que temíamos hace un año, el crecimiento se está manteniendo, la inflación está bajando y la expectativa de que superaremos esta etapa de alta inflación sin recesión, el llamado aterrizaje suave, también se traducirá en mejores condiciones para los países de bajos ingresos”, apuntó Georgieva.
Además, destaco que, el impacto de la pandemia y de otros ‘shocks’, como la guerra de Ucrania, se percibe de manera más profunda en los países pobres. Los análisis que se han realizado muestran que el miedo generado por los ‘shocks’ en las economías avanzadas y de mercados emergentes es menor de lo que se temía, pero el temor en los países de bajos ingresos es mayor de lo que se hubiera esperado.