Tegucigalpa, Honduras.
Luego de que los líderes de los Estados miembro de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) acordaran durante la segunda jornada de la cumbre en Johannesburgo la apertura del grupo a nuevas potencias emergentes, varios países; entre ellos, Honduras, dieron señales de querer integrar el grupo.
La apertura del bloque era un tema que llevaba tiempo en debate y que, inclusive, ya había iniciado. Hasta el momento se sabe que unos 40 países manifestaron su interés de sumarse mientras que 23 de ellos -Argentina, Irán, Arabia Saudita, Bolivia, Cuba, Honduras, Venezuela, Argelia e Indonesia, entre otros- hasta avanzaron en expresiones formales con el anhelo de convertirse en la nueva inicial que se sume a la sigla en los próximos años.
China fue uno de los principales promotores de esta idea, que constituye un bastión clave en sus planes expansionistas. “Los BRICS deben obrar en favor del multilateralismo y no crear pequeños bloques. Debemos integrar a otros países en la familia de los BRICS”, mencionó en su discurso Xi Jinping.
Los miembros BRICS coinciden en el deseo común de afianzar su postura ante el mundo, “en pie de igualdad con la Unión Europea y Estados Unidos”. Para ello, el grupo encabeza una serie de iniciativas económicas como la búsqueda de alternativas al dólar en sus transacciones comerciales, una suerte de desdolarización que, según Vladimir Putin, es un “proceso irreversible”.
También, por medio del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), el grupo espera convertirse en un organismo líder mundial en el financiamiento de proyectos, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial y contribuir, así, a “reducir las vulnerabilidades” de los países del Sur global.