Estados Unidos.
La telaraña legal en la que está enredado el expresidente Donald Trump, se ha vuelto más intrincada que nunca: este encara un total de 91 cargos distribuidos en cuatro casos penales distintos y, simultáneamente, debe mantener su campaña para conseguir la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2024.
Nunca Estados Unidos se había enfrentado a una situación similar y todavía hay innumerables incógnitas sobre las posibles consecuencias para Trump.
De los 91 cargos, 13 fueron anunciados después de que un gran jurado de Georgia le acusara de intentar manipular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado, donde el demócrata y actual presidente Joe Biden ganó por un estrecho margen.
En el caso de Georgia, la fiscal Fani Willis ha usado contra Trump una ley especial contra el crimen organizado, llamada RICO, y que ha sido usada en el pasado para condenar a jefes mafiosos.
Con esa ley, Willis ha logrado entrelazar los delitos cometidos por Trump y sus aliados, amalgamándolos en una narrativa única en la que el expresidente emerge como el líder de una organización con la finalidad criminal compartida de revertir los resultados electorales en Georgia.
De los 13 cargos estatales de los que Trump está acusado en Georgia, solo uno tiene que ver con esa ley de la mafia, pero podría ser uno de los más graves al estar penado con hasta 20 años de cárcel.
Los otros delitos son por conspiración para falsificar documentos o por presionar a funcionarios públicos para que anularan los resultados electorales.