La revelación de Nicolás Petro Burgos de que a la campaña electoral de su padre, el presidente colombiano, Gustavo Petro, entró dinero supuestamente ilícito, sacudió este jueves al país por la gravedad de las acusaciones y por el impacto que puede tener en la gobernabilidad.
Petro Burgos, primogénito del presidente, desató la tormenta al contar a la Fiscalía que parte del dinero recibido de manera ilegal de un narcotraficante y de empresarios la usó en beneficio propio y otra fue a parar a la campaña presidencial de Petro en 2022.
«En realidad, de dichos dineros unos ingresaron a sus arcas (de Nicolás Petro) y otros a la campaña presidencial de 2022 en la cual resultó elegido nuestro actual presidente, el doctor Gustavo Petro Urrego», manifestó en una audiencia el fiscal primero delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá, Mario Burgos.
El fiscal explicó que Nicolás Petro, detenido el pasado sábado en Barranquilla, hizo esas revelaciones como parte de un acuerdo de colaboración con la Justicia luego de que el martes fuera imputado por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Nicolás Petro fue candidato a la Gobernación del Atlántico en 2019 y es diputado a la Asamblea de ese departamento, cargo al que se comprometió a renunciar como parte del acuerdo.
ORIGEN DEL ESCÁNDALO
La investigación al hijo de Petro comenzó en marzo pasado luego de que su exesposa Daysuris Vásquez, revelara a la revista Semana que el narcotraficante Samuel Santander Lopesierra, alias «el hombre Marlboro», le entregó una alta suma de dinero a Nicolás Petro, y lo mismo la familia del controvertido empresario Alfonso «Turco» Hilsaca, pero indicó que esos recursos no entraron a la campaña presidencial.
Sin embargo, en su acuerdo con la Justicia, el hijo de Petro admitió que parte del dinero sí llegó a la campaña presidencial, que supuestamente violó además las reglas de financiación al superar «los topes permitidos por la ley y una parte de estos dineros no habrían sido reportados ante las autoridades electorales», según el fiscal.
«Una parte de este dinero fue utilizado por el mismo Nicolás Petro Burgos y su esposa (de entonces) para su beneficio personal e incrementar su patrimonio de manera injustificada y poder blanquear los dineros. Otra parte de esos dineros fueron invertidos en la campaña presidencial del año 2022», agregó el fiscal Burgos.
Además de las revelaciones de Nicolás Petro, el fiscal presentó ante el Juzgado 74 Penal Municipal con función de control de garantías numerosas conversaciones de los años 2021 y 2022 en WhatsApp y documentos y archivos de audio de la pareja en las que hablan de tráfico de influencias y trapicheos con empresarios, políticos y contratistas para repartirse dinero de contratos con instituciones públicas en el Atlántico.
En esas conversaciones aparecen de manera recurrente los nombres de Gustavo de la Ossa, Pedro Name y Máximo Noriega. Este último era candidato a la Gobernación del Atlántico para las elecciones de octubre próximo pero el sábado, tras la detención de Nicolás Petro, el movimiento Colombia Humana, creado por el presidente, le retiró el apoyo.
El material presentado por el fiscal Burgos como prueba fue extraído del teléfono celular de Daysiris Vásquez, también detenida el sábado y quien, según la Fiscalía, lo entregó para acogerse al acuerdo con la Justicia tras ser imputada por los delitos de enriquecimiento ilícito y violación de datos personales pues, luego de su separación, espió a Laura Ojeda, actual mujer de Nicolás Petro.
Según el fiscal, en el acuerdo de colaboración, Petro Burgos «corrobora y ratifica la teoría del caso de la Fiscalía» sobre lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, delitos «que fueron respaldados con suficientes pruebas legalmente obtenidas».
ESTUPOR NACIONAL
Las revelaciones cayeron como una bomba en el país, que esperaba expectante la audiencia de hoy, en la que el fiscal, por la colaboración de la pareja, pidió al juez «una medida de aseguramiento con detención domiciliaria para Nicolás Petro» y «no privativa de la libertad para Day Vásquez».
De inmediato políticos de distintos partidos expresaron su estupor por la gravedad de las denuncias y por el impacto que pueden tener en la gobernabilidad del país.
«El testimonio de Nicolás Petro es una bomba que estremece los cimientos de la democracia (y) pone en estado de coma al Gobierno del presidente Petro, quien tendrá que pasar el resto de sus días defendiéndose, sus políticas quedarán en entredicho y desatará más rabias, odios, frustraciones. ¿Lecciones? La primera, ‘No todo vale’», manifestó el excandidato presidencial Sergio Fajardo.
Mientras tanto, el senador Jonathan Pulido Hernández, más conocido como «Jota Pe Hernández» dijo: «He denunciado a Gustavo Petro ante la Comisión de Acusaciones (de la Cámara)! Su propio hijo con pruebas en mano, confirmó a la Fiscalía que la campaña presidencial SI RECIBIÓ dineros irregulares. Solicito se investigue, que todo delito sea castigado y todo corrupto vaya a la cárcel», escribió en Twitter.
Petro, entre tanto, ha mantenido silencio y esta tarde viajó a Sincelejo, capital del departamento caribeño de Sucre, donde ajeno a lo que sucede publicó en Twitter: «Así me recibe el pueblo campesino en Sincelejo, Sucre» y citando al caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, asesinado en 1948, agregó: «El pueblo siempre será superior a sus dirigentes».